El Gran Teatro de las Dimisiones:
Bienvenidos, queridos lectores, a otro fascinante episodio de “¿Qué demonios están haciendo ahora en el Colegio Oficial de Detectives de la Comunidad Valenciana?”. La trama de hoy podría haber sido escrita por los hermanos Marx, pero, lamentablemente, es la cruda realidad.
El 20 de julio de 2024, la Junta Directiva del Colegio de Valencia se levantó de sus poltronas y, en un movimiento tan coordinado como un ballet ruso, presentaron una dimisión masiva. Todo el elenco. Todos a la vez. Y luego, en un giro digno de un thriller de Hollywood, convocaron elecciones con un margen de 10 días. Sí, diez. Ni más ni menos. ¿Coincidencia? ¿Descuido? ¡Ja! ¡Ni por asomo!
Esos 10 días, queridos amigos, resultaron ser una ventana de oportunidad tan estrecha como la mente de un burócrata en un lunes por la mañana. Y lo que siguió fue un espectáculo predecible: la nueva junta directiva fue, sorpresa sorpresa, una versión reciclada de la anterior, con algunas caras nuevas para dar un toque de frescura. Como cambiar las fundas del sofá pensando que nadie notará que el sofá sigue siendo el mismo viejo y raído de siempre.
Rumores y chismes corren por el sector, sugiriendo que este movimiento fue tan planeado como un atraco en una película de acción. Encontraron una brecha legal y no dudaron en atravesarla, pisoteando la ética y la moral en el proceso. Todo esto mientras el mes inhábil de agosto se interponía, asegurando que nadie más podría organizarse a tiempo para presentar una candidatura alternativa. ¡Vaya jugada maestra!
Pero, ¿por qué dimitir en masa? ¿No hubiera sido más sencillo que sólo renunciaran aquellos que no iban a continuar? La respuesta, queridos lectores, reside en las sombras de sus mentes maquiavélicas. Podemos especular, podemos imaginar, pero la verdad la tienen ellos, bien guardada bajo llave.
No es casualidad que el anterior responsable del canal de denuncias externo, gestionado por el colegiado, el señor LLT, ahora sea uno de los flamantes nuevos miembros de la junta. Este canal, bajo la Ley 02/2023, había recibido denuncias, según informó el secretario en la asamblea. ¿Serán estas denuncias parte del trasfondo de este teatro de dimisiones?
Al menos, el anterior presidente ha sido apartado de la junta, lo cual es un avance. Cualquier opción, en mi opinión, es mejor que la anterior. Pero seguimos teniendo manzanas podridas en el cesto. Los nuevos líderes, LB y RLF, se han aferrado con uñas y dientes al nuevo barco. Solo podemos esperar que naveguen al son del colectivo y no al ritmo de un grupo de gobierno obsesionado con medallas y desfiles militares, algo que, sinceramente, no tiene nada que ver con el noble oficio de los detectives privados.
He de decir, que en las filas de la nueva Junta, Hay dos nombres femeninos de larga trayectoria e impecable reputación en la profesión, que tras todas estas chapuzas, al menos trasladan una ápice de esperanza a los colegiados; MBMM y MEMM, es curiosa la similitud en el acrónimo de sus apellidos. Gracias a las dos, por embarcarse en esta aventura que nos representa a todos. Ellas huelen a buenas personas, una cualidad fundamental para la representación en esta profesión.
Es imperativo recordar a la actual junta la necesidad urgente de actualizar unos estatutos que excluyen a más del 80% de los colegiados, por no residir en la Comunidad Valenciana. Un detalle menor, claro.
Para terminar, una pregunta que queda en el aire: ¿se mantendrán las elecciones para diciembre de 2025? ¿O será este otro acto más en la comedia de enredos que es el Colegio de Detectives?
Hasta la próxima, y recuerden, a veces la realidad supera a la ficción.
Lola Murias
CEO Descubro B2B
תגובות