El pasado 18 de julio a las 13:00 horas, asistimos a una asamblea del Colegio Oficial de Detectives de la Comunidad Valenciana que solo puede describirse como una tragicomedia de la desorganización y la falta de transparencia. A pesar de haber estado presentes físicamente, la ausencia de los actores principales —el tesorero y el presidente del Colegio— convirtió el evento en un absurdo teatro del sinsentido.
Como miembro activo y comprometido con la ética de nuestra profesión, yo, Lola Murias, junto con varios colegas, me opuse vehementemente a la aprobación de las cuentas. La ausencia del tesorero, el encargado de presentar y aclarar las cuentas, dejó un vacío de información y confianza que no puede ser ignorado. Varios de nosotros optamos por abstenernos, esperando recibir los detalles necesarios sobre los conceptos presentados, los cuales, hasta ahora, permanecen en una niebla de ambigüedad.
Resulta irónico, y hasta risible, que una institución que debe velar por la verdad y la claridad se hunda en el lodo de la opacidad. Se nos pidió aprobar unas cuentas sin los datos necesarios y sin las explicaciones pertinentes. Este hecho, sumado a la incomparecencia del presidente y del tesorero, deslegitima completamente cualquier resolución tomada en dicha asamblea.
No es solo una cuestión de protocolo; es un claro incumplimiento normativo. La normativa del Colegio estipula la obligación de contar con la presencia de los responsables de la gestión económica para asegurar la transparencia y el buen gobierno. Sin ellos, la asamblea carece de validez y la confianza de los miembros queda traicionada.
Impugnamos esta asamblea de manera pública y firme. No aceptamos sus resoluciones por considerarlas nulas de pleno derecho debido a la falta de cumplimiento normativo. Exigimos una nueva asamblea donde se presenten y expliquen detalladamente las cuentas, con la indispensable presencia del tesorero y del presidente. Solo así podremos restaurar la confianza y el respeto, haciendo las cosas en base a la norma.
La paradoja de este episodio no puede pasar desapercibida: en un Colegio dedicado a la investigación y a la búsqueda de la verdad, la transparencia parece ser la gran ausente. Pero no seremos cómplices de esta falta de claridad. Defenderemos con firmeza lo que es justo y correcto, tal como lo hacemos en cada uno de nuestros casos.
Por lo tanto, declaramos inválida esta asamblea y rechazamos sus resoluciones. La integridad de nuestro Colegio y el respeto a nuestras normas están en juego, y no cesaremos hasta que se haga justicia y se garantice la transparencia que todos merecemos.
Atentamente,
Lola Murias.
Detective Privado, Colegiad 408 del CODPCV
CEO Descubro B2B
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