Te lo digo con Cariño
- Descubro B2B
- hace 6 días
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En esta nuestra noble y discreta profesión de la investigación privada, donde el sigilo y la objetividad deberían ser dogmas, existen ciertos canales de comunicación –algunos formales, otros más bien de patio de colegio– que conectan a despachos, agencias y compañeros del gremio. Espacios que, en teoría, nacieron para compartir información útil, noticias de interés o convocatorias relevantes. Pero claro… también sirven, cómo no, para lanzar indirectas de esas que van tan cargadas de intención que harían enrojecer al mismísimo Sherlock Holmes.

Lo curioso –y aquí viene la magia– es que en esta profesión, cuando alguien quiere dejarte una puñalada pública, siempre lo hace precedido o seguido de la célebre frase “con todo el cariño”. Ahí, envuelto en un celofán de hipocresía, llega el zasca. Porque claro, si te lo dicen “con cariño”, ya no duele. ¿Verdad?
Tenemos auténticos maestros del reproche camuflado. Gente que parece tener un radar para meterse en batallas que no son suyas, porque al parecer ser detective no es suficiente: también hay que ser juez, jurado y Dios en sus ratos libres. Y, cómo no, tenemos dioses. Oh sí, los tenemos. Dioses intocables, protegidos por un séquito que les ríe las gracias, les aplaude los exabruptos y les justifica lo injustificable. Se les permite todo: insultar, ridiculizar, lanzar bulos y hasta compartir contenido sexual en grupos profesionales. Porque, claro, son “los nuestros”. Y mientras tanto, los mismos que en privado se llevan las manos a la cabeza, en público practican el noble arte del peloteo.
¿Y sabes qué? Está bien. Cada uno juega su papel. Pero que no se nos olvide que este colectivo está formado por profesionales –al menos, así debería ser– y que el respeto y la ética no deberían ser opcionales. Que cuestionar no es atacar, que señalar conductas impropias no es ir contra nadie, y que el corporativismo mal entendido nos hace un flaco favor.
Así que sí, compañeros, con todo el cariño, dejemos de creernos divinidades, bajemos del púlpito y volvamos al trabajo serio y riguroso que dignifica nuestra profesión. Porque entre zascas y egos inflados, se nos olvida lo esencial: investigar, defender la verdad y actuar con decencia.
Y si esto te molesta… no te preocupes, te lo digo con cariño
Lola Murias
CEO Descubro B2B
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