Impugnación pública a la candidatura de la Actual Junta Directiva de APDPE: cuando la representación se pervierte
- Descubro B2B
- hace 22 horas
- 3 Min. de lectura
Actualizado: hace 13 horas
Por: María Dolores Murias García, asociado n.º 1115 Apdpe
Hoy no escribo solo como detective privado ni como miembro de una asociación y de dos
Colegios Oficiales,
escribo como profesional que se siente obligado a levantar la voz frente a lo que considera un atropello a los principios básicos de democracia interna, legalidad y respeto institucional.
Dentro del plazo oficial (del 6 al 8 de mayo de 2025), he presentado formalmente una impugnación contra la candidatura de los actuales miembros de la Junta Directiva de la Asociación Profesional de Detectives Privados de España (APDPE). Si, has oído bien,
pese a todos los incumplimientos se vuelven a presentar en fila india, no se baja del carro ni uno.
Y quiero hacerlo público.
Quiero explicar por qué.
Y quiero invitar a todos los compañeros asociados a que actúen.
La misma Junta, los mismos vicios
Lo primero que debemos señalar es que no estamos hablando de una candidatura renovada, plural o diversa.
Estamos hablando de los mismos miembros de la Junta actual que ya han ocupado los cargos durante el último ciclo, intentando perpetuarse en el poder pese a los graves incumplimientos estatutarios acumulados.
No es un relevo generacional ni un ejercicio de continuidad responsable: es, sencillamente, una repetición del mismo esquema, sin dar cuentas, sin reconocer errores y sin escuchar a la base asociativa.
Licencias indebidas: usurpar funciones que no les corresponden

Pero el problema va mucho más allá de la estructura interna de APDPE.
La Junta Directiva ha asumido licencias que no le competen legalmente, como por ejemplo:
Presentarse públicamente como portavoces del colectivo profesional del detective privado ante instituciones como el Congreso de los Diputados, con semejante falacia.
Cuando en realidad no representan ni siquiera a un 15% de la profesión en términos de cuota asociativa.
Y lo que es peor: sin contar con el mínimo respeto ni coordinación con los Colegios Profesionales, que son, legalmente, las entidades que ostentan funciones públicas representativas y ordenadoras de la profesión.

Este tipo de actos no son simples excesos de entusiasmo: son usurpaciones de funciones, son desplazamientos indebidos de representación, y vulneran gravemente los principios básicos de legitimidad que deben regir cualquier entidad profesional.
Sin transparencia, sin rendición de cuentas
A esto hay que sumar:
La presentación unilateral de un borrador de nuevos estatutos, sin pasar por Asamblea ni abrirlo al colectivo.
El traslado de la sede sin consulta ni acuerdo asambleario.
La expulsión arbitraria de compañeros de los grupos oficiales de comunicación, acallando voces críticas.
La negativa sistemática a volcar actas relevantes y a rendir cuentas ante las solicitudes formales de asociados de pleno derecho.
La pregunta que todos deberíamos hacernos es sencilla:
¿Cómo puede una Junta que ha vulnerado los principios básicos de gestión democrática, transparencia y respeto institucional pretender seguir representándonos?
Una llamada a los compañeros: no basta con indignarse
Por eso hoy hago pública mi impugnación.
Porque los asociados tenemos derecho —y diría más, tenemos el deber— de levantar la voz cuando las normas se incumplen y cuando las estructuras dejan de servir al colectivo para empezar a servirse a sí mismas.
Invito a todos los asociados de la APDPE que compartan estas preocupaciones a presentar, en estos días, sus propias impugnaciones formales.
No basta con indignarse en privado.
No basta con quejarse en los pasillos.
Es momento de actuar colectivamente, de reclamar el respeto a la base asociativa y de exigir que quienes dirigen la asociación recuerden que trabajan para nosotros, por nosotros y bajo nuestras reglas y la de los Estatus que nos rigen, no por encima de ellas.
Por un futuro con legitimidad y respeto institucional
La APDPE no puede seguir avanzando si quienes la dirigen no entienden que representar no es usurpar, mandar no es imponer, y liderar no es silenciar.
Mi impugnación no es un gesto aislado: es un acto de coherencia.
Y espero que muchos otros compañeros se sumen a este llamado para que juntos recuperemos una asociación fuerte, transparente y legítima.
Porque no se trata solo de ganar unas elecciones: se trata de restaurar el respeto por quienes, día a día, sostienen la profesión.
Nosotros los detectives, los Asociados, los Colegiados.
Fdo;
Asociado 1115 Apdpe.
Colegiado 605 del Colegio de Detectives de Cataluña
Colegiado 403 del Colegio de Detectives de la Comunidad Valenciana
Comments