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Cuando la trampa sustituye al reglamento: NO es la APDPE, es la actual Junta Directiva

No es la APDPE, es su Junta Directiva (la actual, la lamentable)

Crónica de un censo amañado (con cita previa, amenazas y escarnio público)



La historia de las asociaciones profesionales tiene capítulosl grises… y luego está lo de la APDPE en 2025, que directamente merece categoría aparte: tragicomedia institucional con tintes de república bananera. Lo que vivimos estos días no es una anécdota, ni un error administrativo, ni un tropiezo inocente. Es una vergüenza orquestada, una estrategia de exclusión, un atropello a los principios democráticos más elementales. Todo ello firmado por la actual Junta Directiva, presidida por Francisca Cáceres y su inseparable séquito.


¿El último escándalo? La exclusión del asociado número 183, Julio Gutiez Cuevas, candidato a la presidencia. También la desaparición del número de asociada de quien iba a ocupar la vicepresidencia. Ambos, mágicamente borrados del censo provisional. ¿Coincidencia? Claro. Como si al preparar unas elecciones alguien olvidara a propósito incluir a los rivales. Pura torpeza… calculada.


Y que no nos vengan con excusas técnicas, porque la cuota anual la han cobrado con puntualidad suiza. Para facturar, sí hay medios. Para incluirte en el censo, misteriosamente no.


¿Y qué decir del censo? Un listado frío y oscuro de números sin identidad, sin nombres, sin apellidos, sin posibilidad alguna de comprobación. Opacidad total. Una transparencia tan transparente que no se ve.


Esto no es la APDPE. Es su Junta Directiva. La misma que se niega a publicar las actas en el portal de transparencia, la misma que negó la existencia de un anteproyecto de estatutos… que sin embargo sí existía y fue presentado de forma unilateral en el Congreso. Sin debate, sin participación, sin legitimidad.


Y cuando se pide explicaciones, no llega la rendición de cuentas. Llega el miedo.


Sí, miedo. Porque quien firma esta denuncia fue amenazada en audios y mensajes de WhatsApp, intentando ser amedrentada para no acudir a una cita previamente programada por el secretario. Una cita cuyo objetivo era mostrar documentación que debería estar publicada —pero no lo está— y que, según ellos, no existía. Hasta que se demuestra que sí. Como en las peores historias de gaslighting institucional.

También expulsada de los grupos de la Apdpe por la Presidenta Francisca Cáceres, para que no pudiese seguir criticando la pésima gestión de la actual Junta Directiva. Pero es que más que un derecho es un deber. Si un deber, no dejar que la Apdpe vaya a la deriva.



Mientras tanto, los miembros de la Junta se permiten ironías y mofas en grupos de WhatsApp oficiales, expulsando a quienes se atreven a cuestionar su opacidad. Porque si no puedes responder con argumentos, siempre puedes eliminar al incómodo, ¿verdad?





Pero la cosa no acaba ahí. Entre los días 6 y 8 de mayo se abre el plazo de impugnaciones, y ojo, porque ya sabemos lo que viene:


“Es que no adjuntaste el PDF”,

“Es que no usamos ese formato”,

“Es que tu correo se nos fue al buzón de spam democrático”.


Y no nos vamos a callar.


Porque este artículo no va solo de un censo. Va de algo mucho más profundo: de la pérdida total de legitimidad ética por parte de quienes hoy ocupan cargos para los que ya no tienen autoridad moral alguna.


Quien actúa así jamás podrá representar a un colectivo. Jamás.


Nada de esto recogido en las Actas. Mentiras? Vaciles? Ilusiones?  Mucha Imaginación? Litigios?
Nada de esto recogido en las Actas. Mentiras? Vaciles? Ilusiones? Mucha Imaginación? Litigios?

Y hay que decirlo claro, sin paños calientes: esta Junta Directiva debe quedar inhabilitada políticamente y moralmente para volver a presentarse. Porque lo suyo no es dirección, es retención. No es liderazgo, es ocupación. Y no es democracia, es puro teatro.


La APDPE es mucho más que quienes hoy la secuestran. Es historia, es dignidad, es profesionalidad. Y todo eso no cabe en la sala oscura desde la que se cocinan exclusiones, amenazas y trampas.


Así que sí, lo gritamos una vez más:

Esto no es la APDPE. Son ellos. Y se les ha acabado el recreo


Seguimos en próximos capítulos de aquí hasta las elecciones. Síguenos!!!


Asociado de la Apdpe 1115

Lola Murias

 
 
 

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