Kiss cam letal: cuando el compliance llega tarde y el escándalo ya es viral

Compliance a ritmo de Coldplay: cuando una imagen vale una investigación interna

El pasado jueves, una escena inocente se volvió viral durante un concierto de Coldplay en Barcelona: la clásica kiss cam enfocó a una pareja en actitud romántica. Hasta aquí, nada que no hayamos visto mil veces. Lo curioso —y polémico— es que uno de los protagonistas era un alto directivo de una conocida multinacional acompañado por una subordinada directa, también empleada en la compañía. El beso, espontáneo para la audiencia, se convirtió en una bomba informativa que ha puesto a tambalear protocolos internos, consejos de administración y alguna que otra cláusula de confidencialidad.

Y entonces, la pregunta que muchos se hacen: ¿y si esta imagen la hubiera captado un detective privado contratado por la empresa? ¿Sería válida? ¿Estaríamos ante un caso de investigación legítima?. Por supuesto que si, si hubiese estado legítimamente contratado por la empresa.

El caso abre un debate necesario sobre el papel del compliance, los canales internos de denuncia, la prevención de conflictos de interés y la legitimidad de las investigaciones en el ámbito corporativo.

¿Cuándo un beso se convierte en riesgo reputacional?

El entorno empresarial actual está hiperregulado. Las relaciones personales entre directivos y subordinados —especialmente si hay jerarquía, dependencia, o decisiones de promoción o contratación de por medio— no son solo un asunto privado. En muchas compañías, este tipo de relaciones deben comunicarse por escrito, activar protocolos de abstención y evitar situaciones de favoritismo.

El problema no es el amor. El problema es el riesgo de manipulación, discriminación o perjuicio para terceros que pueda derivarse de esa relación. Y cuando el entorno lo ignora y el asunto se hace público, los daños para la imagen de la empresa pueden ser irreparables. Eso, sin hablar de las responsabilidades legales.

De la kiss cam al compliance officer

¿Quién debería haber detectado este posible conflicto de interés? ¿El comité de ética? ¿El canal de denuncias? ¿O era tan evidente que solo hacía falta mirar?

La realidad es que muchos comités internos no actúan hasta que una prueba externa —como este vídeo viral— los obliga a reaccionar. Pero en escenarios menos mediáticos, es el servicio de investigación privada profesional el que suele aportar pruebas cuando hay indicios fundados de irregularidad.

Las empresas, especialmente aquellas sujetas a la Ley de Protección del Informante o a normativas sectoriales estrictas, tienen la obligación de investigar toda situación que pueda suponer un perjuicio económico, reputacional o laboral. Y no siempre el entorno corporativo es el más adecuado para realizar esa investigación sin sesgos o interferencias.

El papel de los detectives privados: prevenir, investigar y blindar

El detective privado corporativo no entra en escena para “espiar” relaciones personales, sino para verificar hechos relevantes con trascendencia jurídica, laboral o económica. En este caso, lo que estaría en juego no es el beso, sino:

• Posible trato de favor o conflicto de interés no declarado.

• Uso indebido de fondos corporativos para cubrir desplazamientos o eventos.

• Vulneración de normas internas o cláusulas contractuales.

• Incumplimiento de políticas de compliance o códigos éticos.

La prueba obtenida por medios lícitos, proporcional y enfocada al hecho investigado, puede tener valor probatorio en un procedimiento interno o incluso judicial. Y más aún: la sola presencia de protocolos de actuación e investigación puede disuadir conductas irregulares desde el origen.

Más vale una due diligence a tiempo que mil besos después

Este episodio en apariencia anecdótico se convierte, en realidad, en un caso práctico de manual sobre cómo una empresa debe reaccionar ante situaciones de riesgo vinculadas a relaciones personales. No basta con confiar en la buena fe. Se necesita contar con mecanismos de control, canales de denuncia eficaces y servicios externos de investigación profesional, cuando la situación lo requiera.

Porque si una kiss cam puede provocar una tormenta institucional… imagina lo que puede hacer un informe de investigación que revele lo que nadie quería mirar.

Lola Murias

CEO Descubro B2B